Las infiltraciones podológicas son un método utilizado frecuentemente por Traumatólogos y Podólogos. Se trata de un recurso que consiste en inyectar un principio activo a presión, en el interior del cuerpo. El objetivo principal es aliviar el dolor provocado por diversas patologías y acelerar así su curación.
A continuación os vamos a explicar en detalle qué son y en qué consisten las infiltraciones podológicas, el tipo de patologías en los pies que reciben este tratamiento y lo más importante para algunos de nuestros pacientes; si causan dolor y cuanto tiempo requiere el reposo.
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¿Qué es la infiltración podológica?
La infiltración es una terapia muy utilizada en podología con el fin de tratar aquellos tejidos o estructuras dañadas, promoviendo la curación y reduciendo el dolor en la zona a infiltrar.
Además, la infiltración ecoguiada en el pie permite infiltrar selectivamente y con más precisión la estructura dañada. De esta manera, nos aseguramos de que infiltramos exactamente en la zona dolorosa.
Este tipo de terapia se utiliza sobre todo en patologías inflamatorias de tejidos blando. Asimismo, dependiendo de la patología que se desee tratar, son varios los medicamentos/soluciones que se pueden utilizar (Corticoides, Plasma rico en plaquetas, colágeno, ácido hialurónico…).
Patologías tratadas con infiltraciones podológicas
Fascitis Plantar
Una de las patologías más comunes en consulta. La infiltración de PRP (plasma rico en plaquetas) proporciona resultados muy favorables. El procedimiento consiste en la extracción de sangre del propio paciente y su posterior centrifugado del que obtendremos distintos componentes presentes en la composición de la sangre.
De este modo, elegiremos la porción de centrifugado donde se encuentre el plasma rico en plaquetas, que contiene un gran número de factores de crecimiento capaces de estimular la respuesta regenerativa del tejido.
El origen de la fascitis plantar será, en la mayoría de los casos, de origen biomecánico. Es por eso que en estos casos se podrá combinar la infiltración con el tratamiento ortopodológico adecuado mediante plantillas a medida.
Neuroma de Morton
Es un engrosamiento del nervio digital plantar. Las cabezas de los metatarsiano comprimen este nervio, provocando inflamación del mismo y dolor en dicha zona. La infiltración ecoguiada con corticoides resulta muy eficaz en estos casos.
Metatarsalgias
Otra de las patologías que con más frecuencia aparecen en consulta. Dependiendo del tipo de metatarsalgia y de cuál sea la causa del dolor, el fármaco a infiltrar será distinto. La combinación de infiltración para desinflamar o reparar el tejido dañado y plantillas a medida para corregir la posible alteración biomecánica es un tratamiento con muy buenos resultados.
Tendinitis Aquílea o Tendinitis de Aquiles
Patología muy frecuente en atletas, corredores y saltadores.
Ante una patología tendinosa como esta, los tratamientos conservadores como la técnica RICE (Reposo, Hielo, Compresión y Elevación), estiramientos y trabajo excéntrico dirigido por un profesional, ondas de choque, plantillas… serán los tratamientos de elección.
En casos más rebeldes, donde la patología no acaba de mejorar, las infiltraciones con colágeno, ácido hialurónico o PRP pueden dar buenos resultados.
¿Duele una infiltración en el pie? Reposo posterior
En las infiltraciones del pie, el calibre de la aguja suele ser muy pequeño. Además, en las patologías más dolorosas se realiza un bloqueo anestésico de la zona a infiltrar, reduciendo el dolor a niveles mínimos.
Durante los siguientes días a la infiltración, se informará al paciente de que debe realizar un reposo relativo (24/48h), aplicar frío en la zona y adoptar todos los cuidados que se le indique por parte del podólogo.
El paciente firmará siempre un consentimiento informado donde se le informará de los beneficios y de los efectos adversos que pese a que son poco probables, pueden aparecer derivados del proceso de infiltración.
En definitiva, la infiltración es una técnica muy eficaz en patologías que no se han podido resolver con métodos más conservadores (ejercicios, vendajes, plantillas…), dando muy buenos resultados y siendo en muchas ocasiones el tratamiento definitivo para la patología que presente el paciente.