La ansiedad es una respuesta innata de nuestra especie ante una amenaza percibida que nos prepara para afrontar situaciones preocupantes o potencialmente peligrosas, teniendo como objetivo la supervivencia, por lo que es beneficiosa.
Deja de ser beneficiosa para pasar a ser perjudicial, cuando el grado que se experimenta de ansiedad es demasiado alto o se presenta en situaciones inocuas. En este caso pasa a denominarse “Ansiedad Patológica”, la cual nos boicotea y nos impide conseguir nuestros objetivos, no nos deja hacer nuestras actividades, en definitiva, es la responsable de limitarnos nuestra vida.
Cómo detectar la ansiedad
Por lo tanto, hablaríamos de problemas de ansiedad cuando nos sentimos muy alterados ante situaciones inocuas, es decir inofensivas en las que la mayoría de personas no se ponen nerviosas, o cuando en situaciones en las que el resto de personas se sentirían sólo algo ansiosas nuestro grado de ansiedad experimentado es desproporcionado a la situación.
En la ansiedad, interrelacionan de forma continua y simultánea los siguientes componentes:
- Fisiológico: hace referencia a lo que siente la persona con ansiedad: palpitaciones, dolor precordial, dificultad al tragar, mareos, vértigos, dolor muscular, fatiga, etc.
- Cognitivo: los pensamientos de cada persona. Los pensamientos funcionan automáticamente queramos o no, están ahí. Su contenido gira sobre la percepción del peligro.
- Conductual: lo que el sujeto hace voluntariamente en “busca de seguridad”, bien el afrontamiento, bien el escape o la evitación del peligro percibido.
Diferentes trastornos de ansiedad
Dentro del término “trastorno de ansiedad” existen diferentes clasificaciones, pero solamente nos centraremos en la definición de “Ansiedad Generalizada”.
El trastorno de ansiedad generalizada se caracteriza por una excesiva preocupación no realista, de dos o más circunstancias relevantes en la vida del individuo, como: rendimiento laboral., enfermedades, relaciones con los demás…, que persisten a lo largo de más de seis meses.
Problemas psicológicos y fisiológicos derivados
Esta preocupación excesiva se acompaña de los siguientes síntomas: dificultad para descansar, sensación de activación, facilidad para cansarse, dificultad para concentrarse, quedarse la mente en blanco, irritabilidad, tensión muscular y trastorno del sueño.
Las personas con trastorno de ansiedad generalizada tienen la sensación de estar continuamente activados y no tener la capacidad de desconectar, comunicando que tienen una falta de habilidad para relajarse. Produciendo un malestar importante en la persona que lo sufre
Hay que destacar que los problemas de ansiedad tienen solución con una terapia adecuada a cada caso. La mejoría que la persona manifiesta mediante la terapia personalizada, hace que su calidad de vida mejore de forma notable.
Marién Rodrigo Peláez
Psicóloga Clínica Col. Nº 5465