La buena salud mental hace posible que las personas materialicen su potencial, superen el estrés normal de la vida, trabajen de forma productiva y hagan aportaciones a su comunidad. Por desgracia, cada día se suman más noticias de tragedias relacionadas con la falta de sensibilización y concienciación por parte de la sociedad en materia de salud mental.
Los trastornos mentales, generan un gran sufrimiento emocional e interfieren significativamente en la vida de las personas que lo padecen y sus familias.
Se calcula que 350 millones de personas en todo el mundo padecen depresión con mayor prevalencia en las mujeres que en los hombres. Y a nivel mundial, el suicidio es la segunda causa mas frecuente de muerte en los jóvenes.
En el 2020, 82 valencianos de entre 20 y 39 años de edad se quitaron la vida. Una cifra un 30% superior a la del 2019. La población joven es, precisamente, el tramo de edad más afectado por esta problemática. Sin embargo, no son los únicos que se ven afectados por las múltiples variables de sufrir una depresión o problemas de ansiedad y estrés.
Durante este verano, el jefe del Consell de la Generalitat Valenciana Ximo Puig mostró una clara preocupación por la salud mental y reclamó una estrategia compartida entre autonomías. La preocupación por el índice de suicidios requiere una acción conjunta por parte de las administraciones e instituciones. Ahora más que nunca es importante concienciar de que la salud mental, como la física, también puede ser tratada.
Tratamiento para tener una buena salud mental
El tratamiento centrado en la persona y orientado en la recuperación, es fundamental. Entendiendo la recuperación como un modelo que consiste en desarrollar y recuperar un proyecto de vida con sentido y satisfacción para la persona, mas allá de la propia enfermedad o los problemas.
Es esencial que la persona vaya asumiendo el control sobre su vida, gestione su autonomía y su inclusión social. Orientando la ayuda hacia el desarrollo de metas y ambiciones personales que den sentido a una vida de calidad.
El principal objetivo de la terapia es ir reorientado a la persona, hasta que recupere de nuevo la calidad de vida pérdida.